El colegio San Jose de Nanclares, me supuso un gran apoyo tanto en mi desarrollo académico como el personal, involucrándose en intentar conseguir el bienestar de su alumnado por encima del aprendizaje, en mi caso me devolvió la motivación para sacar adelante los estudios, y se me apoyo en los momentos más complicados.
Además de tener un muy buen método de enseñanza.
Ha sido un placer haber pasado tantas horas con unos profesores tan buenos, si me volviesen a dar la oportunidad de volver a estudiar en este colegio, aceptaría sin dudarlo.
Muchas gracias a todos.

Un lugar estupendo para aprender en todos los sentidos. Clases y proyectos originales, educativas y entretenidas, daba gusto incluso ir a clase. Profesores/as implicados y de confianza, siempre dispuestos a ayudar... sin duda volvería a estudiar solo para volver allí. Pero sin duda, he de destacar la residencia y los profesionales que nos acompañan. La residencia siempre era una gran familia, donde nos acompañamos todos los días, nunca nos aburriamos y cada día aprendíamos o nos daban nuevas lecciones del día a día. Los educadores siempre estuvieron pendientes y nos ayudaban en todo lo que podían, nunca olvidare todos vuestros consejos. Me encantaría volver a ser la niña de 16 años que estaba allí y vivir de nuevo esos años. ¡Gracias por todo! En mi corazón siempre estará este colegio, todas esas personas que trabajan allí y los hermanos menesianos que son un amor.

Tanto el colegio como la querida residencia, me ha hecho cambiar completamente tanto de madurez como de persona. Los educadores y profesores son unos grandes y muy buenos profesionales en general, he tenido una muy buena relación con todos.
He estado muy a gusto allí durante mis estancia en esos tres años y pico!!! Y doy las gracias al gran equipo de profesionales de todo corazón por haberme ayudado a crecer como persona.